La cocina peruana ha logrado fama internacional es por eso que hoy te sugerimos los 5 mejores restaurantes de Cusco que no te puedes perder. En Cusco encuentras diferentes y variadas opciones de restaurantes es por ello que este artículo será el primero, recomendándote algunas buenas opciones.
Ten presente que el viajar por un destino no se trata solo de ver lugares, sino de interactuar con la población local, conocer sus costumbres e historias e involucrarse en su día a día. Y la cocina es una de las mejores herramientas.
Un plato ha pasado por numerosas manos, ha recorrido todo un trayecto, está lleno de historias y anécdotas. Es por eso que no hay nada mejor que visitar un restaurante en el cual encuentres una buena muestra de la cocina del lugar.
Los mejores restaurantes de Cusco que no te puedes perder (primera parte)
Le Soleil: No se debe pensar que por tratarse de un destino icónico del Perú solo encontraremos restaurantes de comida típica. También hay opciones muy buenas de comida internacional y queremos empezar mencionando una de ellas. Este restaurantes es uno de los más reconocidos porque ofrece comida tradicional francesa en un lugar muy romántico y elegante. De hecho el menu de 7 tiempos es una buena opción si deseas degustar varios platos en una sola visita. ¿Te extraña que haya un restaurante tan bueno en un lugar tan típico y representativo del Perú?

Chicha: Como tal vez respondiste que sí, te traemos como sugerencia un emblemático y peruanísimo restaurante. El Chicha pertenece al que tal vez sea el mayor representante de la gastronomía peruana, Gastón Acurio. El local lleva el nombre de una de las bebidas más tradicionales de la culinaria peruana. En él se ofrecen platos sofistificados y recetas andinas muy tradicionales con un toque “moderno” que te sorprenderá gratamente. El local está ubicado a 5 minutos de la Plaza de Armas.

Pirka: En el lugar donde se levantaba el convento de San Agustín, hoy se encuentra el restaurante Pirka. Sorprende pues su arquitectura del monaterio colonial del siglo XVI. Es el restaurante del prestigioso hotel JW Marriott y ofrece comida peruana matizada con toques modernos. Para sus platos se utilizan insumos de la región como lo son las papas nativas, la quinua o la trucha entre otros ingredientes. La elegancia y las renovaciones del lugar lo hacen muy acogedor, punto ideal para una noche entre amigos o con tu pareja.

Yaku Cocina de Altura: Es una ingeniosa propuesta culinaria que te ofrece novedosos platos de la cocina peruana. Muchos de ellos con insumos tan tradicionales como deliciosos. Este lugar destaca por platos tan sencillos como elaborados, entre ellos la ensalada de quinua, la tierna panceta o un delicioso pastel de chocolate. Acompáñalos con zumos de frutas frescas y disfruta del excelente y cálido ambiente del lugar.
Green Point: Es una excelente opción para quienes deseen disfrutar de una buena comida vegetariana. Y como Cusco está lleno de viajeros de todo el mundo, era necesario contar con una opción culinaria como esta. Se trata de un restaurante de comida vegana, con platos muy bien preparados en los que destaca la creatividad de las recetas y la riqueza y calidad de los ingredientes utilizados. En Green Point queda demostrado que la comida que no incluye insumos animales es divertida y deliciosa.

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El Templo de la Luna está literalmente en la punta de la colina, lejos del ruido y el movimiento de Cusco, incluso si está a solo una hora de camino. El templo contiene una cueva con un altar ceremonial, donde se tallan las figuras de pumas, serpientes y cóndores. Su propósito es reverenciar la fertilidad, por lo que sus cuevas fueron construidas para dejar entrar la luz del sol y la luz de la luna en días específicos, apuntando a partes específicas de los altares. El acceso al templo es completamente gratuito. Si desea visitar este lugar,
La apropiación cultural de ciertas creencias, especialmente cuando se trata de obras religiosas, le da un sabor especial a una historia ya conocida. Es el caso del lienzo de la Última Cena en la Catedral del Cusco. Tenemos los elementos clásicos de la Última Cena, pero claramente parece que la fiesta se dio en Cusco. En la pintura puedes ver chiles, frutas, maíz y lo más importante: un conejillo de indias, el roedor más deseable de los locales desde la época prehispánica. La pintura se atribuye al pintor peruano Marcos Zapata, quien solía incorporar secretos como estos en sus obras.
Detrás de Sacsayhuamán, uno de los centros arqueológicos incas más importantes del sector y parte de nuestro City Tour Cusco, se encuentra el Balcón del Diablo. Un patrimonio arquitectónico natural que los incas aprovecharon como punto de entrada a la ciudad del Cusco. Es una roca gigante, que en el medio tiene una especie de ventana (o balcón) con una vista espectacular del río que corre debajo. Además, puedes cruzar la roca a través del túnel que está al nivel del río.
Una caminata perfecta para hacer durante el día, Huchuy Qosqo (Pequeño Cusco en quechua) se encuentra a 3650 metros sobre el nivel del mar y ofrece increíbles vistas del Valle Sagrado. En su momento fue un importante centro agrícola para la producción de maíz, con trabajos de piedra perfectos llamados Collcas, para almacenar y conservar alimentos. No hay vías públicas que accedan a él, pero en los tours de Colibri Tour tenemos un trekking que conecta Huchuy Qosco con Machu Picchu en dos días.
Waqrapukara es tan desconocido que aún no se sabe si fue una fortaleza, un santuario o un observatorio astronómico. Este monumento está ubicado a 4,300 metros sobre el nivel del mar en el cañón del Apurímac, al sur de la ciudad del Cusco. Su paisaje es abrumador, porque está rodeado de impresionantes plataformas, plazas y un monolito gigante que contempla el paisaje montañoso.
